Cuando una persona va en busca de la verdad, desde un estado consciente, entiende que algunas
verdades que considero reales, ante la verdad absoluta, se vuelven obsoletas, y/o poco
creíbles para el ser consciente.
Estar conscientes y disponibles ante el cambio y la propia trasmutación de nosotros mismos como individuos en evolución constante, nos permite que experimentemos solo el dolor necesario, ni más, ni menos.
Al igual que en otoño, el árbol fluidamente se desprende de las hojas muertas, el ser fluidamente puede permitir u/o dejar caer aquello que ya no le sirve para su propio proceso existencial. El Árbol, sabe que el otoño es parte de el, que colabora con su propia evolución, que no vino a hacerle daño alguno.
A veces suele suceder que la persona no es consciente de su propio ciclo de vida, y se apega demasiado a pensamientos, y/o emociones, o a una manera de ser, que ante el cambio de un patrón de comprensión, por miedo, o evasión al dolor, suelta mas de lo debido, o no suelta. Es como si el árbol para no sentir que sus hojas se caen, cuando llega el otoño, cortara apropósito una de sus ramas más importantes, o hasta sus propias raíces para apurar el proceso, o a la inversa, sostuviese a cada una de las hojas que ya no le pertenecen.
Estar conscientes y disponibles ante el cambio y la propia trasmutación de nosotros mismos como individuos en evolución constante, nos permite que experimentemos solo el dolor necesario, ni más, ni menos.
Al igual que en otoño, el árbol fluidamente se desprende de las hojas muertas, el ser fluidamente puede permitir u/o dejar caer aquello que ya no le sirve para su propio proceso existencial. El Árbol, sabe que el otoño es parte de el, que colabora con su propia evolución, que no vino a hacerle daño alguno.
A veces suele suceder que la persona no es consciente de su propio ciclo de vida, y se apega demasiado a pensamientos, y/o emociones, o a una manera de ser, que ante el cambio de un patrón de comprensión, por miedo, o evasión al dolor, suelta mas de lo debido, o no suelta. Es como si el árbol para no sentir que sus hojas se caen, cuando llega el otoño, cortara apropósito una de sus ramas más importantes, o hasta sus propias raíces para apurar el proceso, o a la inversa, sostuviese a cada una de las hojas que ya no le pertenecen.
Actuar inconscientemente, produce sufrimiento innecesario, actuar consciente-mente respetando la totalidad de nuestro ser, hace que suframos menos, que el dolor sea el justo y necesario.
Deja caer las creencias erróneas, y permite que la crisis te nutra, y despierte en ti retoños, nuevos dones, nuevas virtudes.
También es posible que el ser sea aun mas
consciente, y comprenda que cada una de sus partes pueden ser nutridas
eternamente y que ya no necesite que el cambio forme parte de el. Pues quien
crea a consciencia, es árbol y otoño, quien crea a consciencia, respetando la
naturaleza de cada cosa, es bienvenido a la vida, y hace de si mismo una eterna
primavera, donde todo es florecimiento...
Soy árbol sabio! Soy Otoño!
Mas allá del dolor también existes, y te encuentras
amando, nutriéndote a ti mismo, y nutriendo toda vida!
LO SIENTO. PERDÓN. GRACIAS. TE AMO
-Amando sin tiempo-Amando-
Autor: Emanuel
Ariata
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